Cada vez son más las personas que deciden incorporar a su vida diaria una actividad física, rutina de ejercicios o cross training para mantener su cuerpo saludable y en buena forma.
Ya sea que quieras tonificar músculos, quemar grasas y reducir peso, mejorar resistencia cardiorespiratoria o rebajar el nivel de estrés, el fitness te ofrece la oportunidad de lograr esos resultados sin que seas deportista o fanático de aeróbicos y pesas.
Para ello, deberás realizar una módica inversión y elegir entre el gimnasio o un estudio fitness como modelo de entrenamiento. Esta decisión no debe tomarse a la ligera, pues incidirá en tu motivación continua al ejercicio y el éxito en tu desarrollo físico.
¿Cuál es la diferencia entre un estudio fitness y un gimnasio?

Carácter personalizado

Atención exclusiva

Monitoreo integral
En un gimnasio no existe suficiente claridad en la idoneidad de cada rutina y su impacto en tu cuerpo, más allá de las breves indicaciones del entrenador, sin ningún seguimiento de tu rendimiento o parámetros corporales antes o después del ejercicio físico.
En el estudio fitness cuentas con tests de condición física e impedancia, diagnósticos previos y mediciones constantes de tus niveles antropométricos, los cuales permiten conocer valores relativos a fuerza, movilidad, resistencia, equilibrio y coordinación, así como las variaciones en cuanto a peso, masa y grasa muscular, metabolismo basal y PH, entre otros.
De igual forma, se sigue con cuidado tu historial médico y deportivo en busca de lesiones, dolencias o patologías que representen riesgos de salud o dificultades de movimiento.

Servicio especializado
Los gimnasios suelen ser muy versátiles en las actividades que ofrecen: zumba, aquagym, spinning y muchas otras, que persiguen un fin recreativo más que de acondicionamiento físico. Sin embargo, el estudio fitness te brinda soluciones especializadas con sustento científico.
Las técnicas más comunes son las de entrenamiento funcional y de fuerza, intervalos de alta intensidad, método hipopresivo y pilates. Estas requieren de instructores y profesionales certificados en ciencias del deporte, fisioterapia, nutrición y dietética. En un gimnasio, estos perfiles no abundan en el personal.